- La nueva especie se ha llamado Calvarius rapidus y es uno de los últimos dinosaurios que existió antes de su extinción.
- Se ha descrito a partir de un hueso del pie encontrado en el Pallars Jussà, dentro del Geoparque mundial UNESCO Orígens.
- Detrás del descubrimiento están los paleontólogos Albert Prieto-Márquez y Albert Sellés, del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafonty del Museu de la Conca Dellà.
La nueva especie es un ornitópodo, uno de los grupos de dinosaurios herbívoros más diversos, longevos y cosmopolitas, del cual forman parte algunos representantes emblemáticos como los iguanodontes o los hadrosaurios de ‘pico de pato’. Estos dinosaurios habitaron los actuales Pirineos catalanes durante la etapa final del Cretácico, hace aproximadamente 66 millones de años, específicamente en los últimos cien mil años del Mesozoico, justo en los momentos en que un meteorito impactó la Tierra provocando la extinción de todos los dinosaurios no-avianos, junto a otros muchos grupos de organismos. Por tanto, Calvarius rapidus, es uno de los últimos dinosaurios que pisó el planeta.
Su nombre se ha escogido según el siguiente. Calvarius, con motivo del ‘calvario’ que supuso el impacto del meteorito en la biosfera y rapidus hace referencia a las adaptaciones propias de animal corredor que presenta el ejemplar.
Los restos fósiles que se han recuperado de este dinosaurio consisten en un hueso metatarsiano largo y delgado del cuarto dedo del pie izquierdo. Este material fue excavado en 2019 en el yacimiento de la Masia de Ramon, cerca de Figuerola d’Orcau. Esta localidad fue descubierta en 2001 por un equipo de paleontólogos del Museu de la Conca Dellà el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) durante unos trabajos de prospección en esta zona.
Metatarsiano IV izquierdo del holotipo de Calvarius rapidus en vista dorsal (A), lateral (B), plantar (C) y medial (D).
En el Geoparque Orígens se preserva uno de los registros fósiles más ricos de los últimos dinosaurios que vivieron en Europa antes de su extinción en todo el mundo.
Desde hace más de tres décadas, investigadores del ICP organizan en esta zona campañas de excavación y sus hallazgos han dado lugar a cientos de publicaciones científicas, documentando cómo era la vida durante los últimos cuatro millones de años del Mesozoico en esta región del mundo.
Paralelamente, el proyecto de divulgación “Dinosaures dels Pirineus” impulsado por el ICP busca dar a conocer esta extraordinaria riqueza al gran público a través de museos y salas de exposiciones como el Museu de la Conca Dellà (Isona, Pallars Jussà) o Dinosfera (Coll de Nargó, Alt Urgell).
Dinosaurio de pequeñas dimensiones
Se cree que probablemente el animal era un veloz corredor y, a partir de la longitud del metatarsiano, de unos 15 centímetros, los investigadores estiman que el animal no debía superar los dos metros de longitud. “Si bien algunas especies de este grupo de dinosaurios alcanzaban más de 10 o 12 metros de longitud, C. rapidus sería el dinosaurio estiracosterno más pequeño del planeta”, apunta Albert Sellés, coautor del artículo e investigador del ICP.
Recreación del aspecto en vida de Calvarius rapidus. Roc Olivé / Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont.
El estudio sugiere que estas reducidas dimensiones pueden deberse a que C. rapidus sería una especie endémica altamente transformada, dando lugar a adaptaciones particulares para el entorno insular en el que vivía, marcado por la regla de la ‘ley insular’ o ‘efecto isla’.
La limitación de alimentos que implica vivir en una isla hace que las faunas que evolucionan allí tiendan a ser formas pequeñas e incluso enanas.
¿Cómo era el ecosistema donde vivía?
Hace 66 millones de años, los actuales territorios del norte de España y sur de Francia formaban una gran isla conocida como Ibero-Armorica, parte de un gran archipiélago donde ahora se encuentra el continente europeo.
La interpretación geológica de los estratos donde se encontró C. rapidus indica que este animal murió cerca de un río meandriforme, rodeado de una abundante vegetación de arbustos y helechos.
El clima a finales del período Cretácico en el Prepirineo era más cálido y húmedo que en la actualidad, muy similar al de las regiones subtropicales, con períodos largos de sequía y épocas de lluvias torrenciales.
Pueden leer la noticia completa a la web de l’ICP.